Las elecciones siempre se reducen a pequeños lotes de boletas para contar. Los siguientes ejemplos detallan cuán complejo y detallado se vuelve el conteo final de las boletas - esto es fundamental para garantizar que cada boleta se contabilice y se incluya en el total de la votación final.
BOLETAS DAÑADAS
Las boletas dañadas son las boletas en las que el código de barras se ha visto comprometido de alguna manera, evitando el escaneo de la boleta. Los ejemplos incluyen una rotura, marcas de pluma, material extraño (como manchas de comida, otro tipo de manchas, etc.) o un código de barras borroso. Cada una de estas boletas debe duplicarse a mano en una boleta nueva.
BOLETAS NO ESCANEADAS
Una boleta no escaneada es una boleta que no se escaneó en la primera fase. Las causas de esto incluyen problemas con el código de barras o una introducción incorrecta al escáner. Cada una de estas boletas debe ubicarse entre todo el lote de boletas escaneadas (es como encontrar una aguja en un pajar). Una vez encontrada, debemos intentar escanear la boleta por segunda vez y, si aún no escanea, debemos duplicarla a mano.
BOLETAS HUÉRFANAS/PÁGINA SOLA
Una boleta huérfana es una boleta que se devuelve incompleta (por ejemplo, solo una página en vez de dos páginas). Estas boletas no se escanean en la primera fase del escaneo - debemos esperar para ver si el votante devuelve la segunda página. Después de la Noche de Elecciones identificamos las boletas huérfanas y las ubicamos entre todas las boletas escaneadas. La boleta/página huérfana se escanea y se cuenta como todas las demas boletas.